SERVIR A DIOS ES UN GRAN PRIVILEGIO

Después de acercarnos y conocer al Señor Jesucristo, uno de los deseos que surge con mucha fuerza en el interior de nuestro corazón es el de servir a nuestro Dios, y apasionadamente empezamos a hacer diferentes cosas para él.

Jesús dijo: “no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”, por eso seguir y servir a Dios no es una obligación sino es un honor y un  privilegio. Juan 15:16

El placer de servir es esencial para disfrutar de una relación con Dios. El seguir estas pautas no sólo trae mayor gloria a Dios, sino que también ayuda a otros y aumenta la satisfacción y las bendiciones de uno mismo.

El servir no solo esta, tal vez en ser líder de una iglesia un anciano,sino poder servirle alabándolo, danzando para el, ayudando al prójimo, son muchas cosas que podemos hacer para servir a Dios, así que si hacemos algo que sea por amor a Dios y para Él, no para el hombre, cuando lo hacemos así el corazón de Dios se agrada con nuestra vida, a seguir adelante y a disfrutar de lo mas hermoso que Cristo nos permitió Servirlo a El.

Es por la gracia del Señor que hoy somos salvos, y que tenemos el privilegio de participar de Su obra. La excelencia de Su poder, de la que hemos hablado, se expresa con mayor fuerza y resplandor en aquellos que con corazón manso y humilde, procuran que el nombre de Jesucristo sea glorificado, pues finalmente el poder es de Dios.

Dios nos ha alcanzado con Su gracia y amor, dándonos salvación e impartiendo en nuestra vida dones para servirle, por eso persevera con gozo en tu servicio al Señor Jesús, sabiendo que todo viene de él. Aunque tu entorno sea difícil y adverso, recuerda que esas crisis o pruebas son temporales, y que Jesús venció y ahora vive en ti. Servir a Dios es un gran privilegio.